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Ahora...

Ahora que te has ido que regresaste con aquél, ese que hizo brotar llanto de tus bellos ojos claros, ahora que me dejas solo y abatido sangrando por las heridas  que me dejaron tus besos, que solo me consuelo tratando de reconstruir los sueños que tenía destinados para ti, que añoro tus palabras amorosas llenas de un falso aprecio. Ahora que sé la verdad, que sólo fui tu juguete, un muñeco para tu ego, para darle celos a ese patán a quien ahora defiendes, aquel que llamas "esposo" siendo que solo te ha engañado y lo perdonas, aún a sabiendas que te volverá a lastimar. Ahora que busco morir, ya no por el dolor de tu partida, sino por la vergüenza de ser aquel tonto que te creyó buena, de haberte defendido, de creer que tus caricias y besos eran leales y fieles. Ahora que estoy destrozado... Yo te prometo... Yo te juro... Que seré mejor que aquél,  ese a quien amas, que un día me verás exitoso y vendrás a buscarme, Dios así lo querrá,  Dios me lo tiene que permitir... Y ese...

Corazón herido

¿A dónde van los corazones rotos? ¿Cómo se les curan sus heridas? ¿Qué se hace cuando el hastío llega? ¿Quién enjuga y seca sus lágrimas? ¿Quién cierra sus llagas sanguinolentas? ¿A dónde acudo para recibir alivio, Para poder sacarte de mi mente, olvidar la felicidad que te llevaste, para sacar la tristeza que me dejaste, y poder seguir mi camino, como antes? Parece que Dios de mí se olvidó,  que la Virgen me dejó de su favor, que mi ángel,  cansado,  me abandonó, que los Santos han ignorado mi petición  y, ahora, sólo y cansado, me hundo en dolor. Si hubiese sido como aquellos brutos, que solo se burlaron de ti y te usaron, que solo tristeza y dolor te dejaron, que te quitaron la sonrisa de tu boca, y que nublaron tus ojos claros. Si hubiese roto tus esperanzas y sueños, si no te hubiese amado con ahínco,  si me hubiese olvidado de tus besos buscando el deseo de otra boca, si te hubiera herido, como tú me lo has hecho. Las cosas serían distintas, tal vez tú me ...

Mayte

Mayte... Díme ¿por qué te vas, amor mío? ¿Por qué me dejas triste y herido? Te alejas de mí, por la vereda del río, dejándome atrás en un bosque sombrío  dónde no se escucha más que el llanto mío  por haber tu amor perdído. ¿Quién te abraza con ternura? ¿Quién besa tus labios, tu boca pura? ¿A quién te entregas con pasión y locura? ¿Quien descubre de tu piel la tersura, y de tu nocturno cabello la finura de la obsidiana? ¿Por qué tu figura ya no proyecta su sombra a mi ventura? ¿Por que no quieres amarme como te amo? Éste es el motivo de mi reclamo, yo no buscaba ser tu dueño o tu amo, sino que siguieras conmigo el final de mi tramo, que fueses aquella a quién con ahínco llamo, y en mis últimas palabras, al cielo, tu nombre clamo....  Mayte...   ~Hans Speer 

¿Quién eres tú?

¿Quién eres tú, bella doncella, que saliendo de la noche negra, iluminas con dorada luz, cuasi brillo de estrella, el fino cielo de tul? ¿Que mágico sortilegio te permitió llegar a mi lecho, con un aroma de orozuz en tu negrusco cabello, dejando ver tu cuerpo a trasluz? ¿Que hecho meritorio he gozado para estar acurrucado en tu regazo, y estando bajo la cruz mirarme en tus ojos ambarados? Mirarme en tu ojos es ver la luz. ~Hans Speer

Shhhhh......

EMH Shhhhh..... No me toques, no me hables,  ¿No los oyes? Ya vienen de vuelta, sus pasos silentes llenan la quietud del abismo, sus voces apagadas rezan letanías olvidadas, sus ojos vacíos  vislumbran el calor del hogar.  Tengo miedo, miedo de muerte, no sé si vienen en paz, no sé si se llevan a alguien, pero sus labios muertos han proferido mi nombre, sus manos putridas arañan mi cuerpo, su vaho estertoreo lo siento en mi cuello. Deseo que se vayan, que sigan su camino mortecino, que se lleven este frío que entorpece mis sentidos, ¡Dios mío! ¿Esto le depara a los muertos? ¿Venir a los suyos en tan fría procesión? Vienen en feliz congoja a ver a sus queridos, más yo les temo, le temo a su frío.  ~Hans Speer 

Sonrisa de ángel

¿Habeís visto sonreír un ángel? Si vostros pudieseis vislumbrar aquella maravilla, rostro bello, que como sol radiante, a su paso ilumina,  y el perlado de su boca, que de pureza tan limpia brilla, y aquellos rizos azabaches, cual velo sacro de una capilla. ¿Habeís visto sonreír un ángel? Y su corazón, lleno de dolor y llanto, puro y santo es, y siempre se levanta, airosa, aún ante cualquier revés,  mi fe devota le brindo, siendo profano, rendido a sus pies, si en sus hermosos ojos hallare algún pequeño interés   ¿Habeís visto sonreír un ángel? Mis versos, mis cantos y loas, tan burdos y simples son, que del negro de sus cabellos, solo describen puro carbón, deseo ser poeta, y de las musas recibir inspiración, para poder ofrecerle a este ángel,  una muy digna canción.  ¿Habeís visto sonreír un ángel? ¡YO! ¡YO LO HE VISTO! ¡QUE GRATO Y TAN BELLO ES! ~ Hans Speer

Amor mío

EMH Cual sílfide que se pasea en la bruma que es arrastrada por el murmullo del viento que traza surcos en la cristalina arena, cual bella ondina que se mece en la espuma  de las verdeazules olas rompiendo en la playa, al salir la luna llena, cual sensual sirena que en el mar se esfuma mientras canta aquella melodia de cuento que acrecienta y recuerda el dolor de mi pena. Así eres, ángel mío,  así eres, mi bien esquivo, así eres tú,  por quien yo vivo. ~Hans Speer