Ahora...
Ahora que te has ido
que regresaste con aquél,
ese que hizo brotar llanto
de tus bellos ojos claros,
ahora que me dejas
solo y abatido
sangrando por las heridas
que me dejaron tus besos,
que solo me consuelo
tratando de reconstruir los sueños
que tenía destinados para ti,
que añoro tus palabras amorosas
llenas de un falso aprecio.
Ahora que sé la verdad,
que sólo fui tu juguete,
un muñeco para tu ego,
para darle celos a ese patán
a quien ahora defiendes,
aquel que llamas "esposo"
siendo que solo te ha engañado
y lo perdonas, aún a sabiendas
que te volverá a lastimar.
Ahora que busco morir,
ya no por el dolor de tu partida,
sino por la vergüenza de ser
aquel tonto que te creyó buena,
de haberte defendido,
de creer que tus caricias y besos
eran leales y fieles.
Ahora que estoy destrozado...
Yo te prometo...
Yo te juro...
Que seré mejor que aquél,
ese a quien amas,
que un día me verás exitoso
y vendrás a buscarme,
Dios así lo querrá,
Dios me lo tiene que permitir...
Y ese día...
Tu castigo será,
no el verme feliz con alguien más,
no saber que ya no te esperaré,
no saber que me perdiste,
ni sufrir el rechazo por querer
tener un intento más...
No, ángel mío,
tu castigo será saber
que aquél hombre murió,
murió por tu traición,
murió de dolor,
y que solo queda un remedo.
Que convertiste a una alma,
que te amaba con locura,
en uno de aquellos que te lastimó,
y que no solo lo hará contigo,
sino con cualquier otra.
Que algún día,
alguien me amará, como tú lo amas,
que me presumirá, como tú lo presumes,
que me llorará, como tú le lloras,
y lo echaré a saco roto.
No tomaré sus sentimientos,
me burlaré y la haré llorar,
y la arruinaré,
como a ti te lo hicieron.
Ese día, no solo cargaras
con los males que me hiciste,
sino con los males que yo provoque.
Gracias por enseñarme
que el amor ya no vale,
que solo importa el dinero
y que se puede jugar con los corazones.
Te perdono el mal cometido,
pero Dios no lo dejará sin cobrar.
Ve y se feliz...
Y el día que me busques,
tal vez te quieras quedar,
porque seré como los otros
que te rompieron
y destrozaron tus sueños.
~Hans Speer
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