Soneto III

Después de dos años de soledad, 
sin importar las estrellas que busque, 
la luna solo es negra obscuridad 
y no puedo alejarme de este bosque.

Y duele esta vulnerabilidad
que solo hace que mi senda se enfosque. 
Tus bellos ojos dan prosperidad
al hombre que tu corazón provoque. 

Dos años han pasado y aún no olvido, 
aún cuando busco estar sin buscarte, 
ese amor noble que te he proferido. 

¿Qué hice, que no quisiste arriesgarte, 
y dejaste a mi corazón dolido
sin darme la oportunidad de amarte? 

~Hans Speer 







  

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